Un fenómeno muy interesante se está presentando entre los ciudadanos mexicanos después de las votaciones del pasado 2 de junio. La avasalladora victoria de MORENA (partido de izquierda) en todo el país sin duda habla de que el pueblo ha decidido ir por este camino. El fenómeno al que me refiero es a la cauterización moral de la gente, especialmente cristianos. Recuerdo cuando en el sexenio anterior los cristianos creían en el proyecto de López Obrador, no todos, pero sí un buen número, conforme fueron pasando los años de su gobierno era notorio el desencanto que se venía dando, hasta llegar al punto en el que (salvo algunos que buscaban un “hueso”) había cierto rechazo a sus políticas incluso tachándolas de anti-bíblicas. Nada malo hasta aquí, sin embargo, ahora que nuevamente MORENA gana la permanencia en el poder, podríamos pensar que se vendría el disgusto de los cristianos, pero… nada. Esta indiferencia es muy peligrosa porque nos dice que la brújula moral de los cristianos está fallando, el discernimiento entre lo bueno y lo malo no está siendo ejercitado, cuando esto debiera ser la disciplina más afinada del cristiano.
¿Cuál es el peligro de la falta de discernimiento? La idolatría.
El ejercicio del discernimiento entre lo bueno y lo malo está ligado al primer mandamiento “No tendrás otros dioses delante de mí”, y al segundo “No te harás imagen ni ninguna semejanza”, ¿Cómo sabríamos si estamos adorando a un ídolo si no distinguimos claramente entre el Dios trino y un dios hecho a nuestra imagen?
Israel en Éxodo 32, leemos que hizo un becerro de fundición, no con la idea de adorar a otro dios sino que en su corazón estaba el querer adorar a Jehová, el problema era que esa adoración fue a su manera y no a la de Dios. La falta de conocimiento y juicio los llevó a cometer este pecado.
El sistema político moderno se ha vuelto el becerro de oro de nuestro tiempo, por una parte, muchos legitiman este juego pensando que Dios está de acuerdo en que escojamos a nuestros “baales”, y por otro lado otros lo divorcian de la Biblia pensando que Dios no tiene nada que decir al respecto. En ambos casos la brújula moral del cristiano con la que debe discernir está averiada o sigue sin usarse.
¿Qué sigue entonces para el cristiano después del 2 de junio? Ser pragmáticos definitivamente no, el pragmatismo fue lo que llevó a Aaron a acceder a las demandas del pueblo de hacer un dios de fundición, fue pragmático, no obediente. Sin el ejercicio de los sentidos en el discernimiento del bien y del mal (juicio), seguimos con la preparación de un niño pequeño que quiere enfrentar las vicisitudes de la vida, simplemente no podrá.
Aunque estas votaciones muestran un paso adelante para el humanismo, a su vez, es un tiempo de esperanza para el cristiano, porque es momento de empezar a comportarnos varonilmente como Iglesia y no como niños, buscando el alimento sólido haciéndonos expertos en la palabra de justicia (Hebreos 5:13-14).
Lo que sigue es continuar poniendo los cimientos de una cultura cristiana, no una que se acopla a la cultura humanista, entendiendo que solo el cristianismo tiene la base ética y moral para establecer una verdadera cultura próspera, debemos entender que cualquier sistema humanista, incluso en el que vivimos toma prestado del cristianismo para dar sentido y estructura a su sistema.
Las Iglesias necesitan empezar a entrenar en el juicio a sus congregantes, hacerlos hábiles en la Palabra Ley de Dios, para que sean aptos para juzgar cualquier caso que requiera justicia, recuerda que solo la Ley de Dios es la única que puede dar justicia verdadera. Las Iglesias deberían funcionar como cortes judiciales donde incluso los incrédulos puedan venir a buscar justicia.
“¿Osa alguno de vosotros, cuando tiene algo contra otro, ir a juicio delante de los injustos, y no delante de los santos? ¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas? ¿O no sabéis que hemos de juzgar a los ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?” 1 Corintios 6:1–3.
Necesitamos educación verdaderamente cristiana, que fomente en el niño una cosmovisión bíblica, se necesitan padres comprometidos con esta empresa y se necesitan iglesias que abran escuelas donde armen un currículo que capacite al niño a cumplir su llamado bajo Dios con éxito. Necesitamos financiar este tipo de instituciones, es urgente.
Clínicas médicas donde médicos cristianos con un entendimiento bíblico del cuerpo (no uno místico y gnóstico) y la salud brinden sus servicios a un precio justo fomentando la salud teniendo las bendiciones del pacto en mente y como meta, tratando el cuerpo de una manera integral (física y espiritual) como una unidad.
Estas son solo algunas áreas en las que se debe reconstruir, más adelante se podrá desarrollar un poco más en particular cada una de ellas. El punto aquí es el tener en mente que un orden cristiano es posible porque Dios así lo ha mandado y porque nos ha dado su Ley como herramienta. Estas áreas como mencioné son solo algunas, y la característica de estas es que son “servicios” el llamado a sojuzgar la tierra se llevará a cabo a través del servicio, la autoridad del creyente se basa en el servicio también. Los políticos “sirven” a su manera, recuerda que necesitan tomar prestado de la cosmovisión cristiana para dar estructura y sentido a sus sistemas.
Hay mucho por hacer, y el Señor nos promete estar con nosotros mientras llevamos a cabo esta tarea.