Uno de los temas que me parecen fascinantes es el de la primogenitura en la Biblia, es un tema que definitivamente hace que nos rasquemos la cabeza de vez en cuando, sobre todo cuando leemos que el mayor terminará sirviendo al menor, por ejemplo en Génesis 25:23 Dios hablando a Rebeca sobre sus dos hijos que mas adelante se convertirían en grandes naciones, hace esta declaración, que el mayor terminará sirviendo al menor, incluso Pablo hace eco a este mismo pasaje en Romanos 9:12 con respecto a la elección de Israel, y no solo esto sino que en distintos pasajes en la Escritura leemos sobre este mismo patrón de que no necesariamente el primer hijo recibe las bendiciones de la primogenitura.
Y esto podría ponernos a pensar, que tal vez el primer hijo esta destinado a servir a su hermano menor, ¿hay entonces una predisposición sobre los primeros hijos? Claro que no.
Primeramente necesitamos alejarnos del concepto humanista de primogenitura, donde el primer hijo recibe las bendiciones sin importar el carácter o su ética, sino que se entiende la primogenitura casi de manera ontológica, por el simple hecho de ser primer hijo, quien nace primero, inherentemente las bendiciones le pertenecen; claro ejemplo de esto son las monarquías, donde el primer hijo sin ningún tipo de evidencia en relación a su carácter tiene por “derecho” las bendiciones que conlleva el haber nacido primero.
La perspectiva bíblica es contraria a esto.
“Jehová habló a Moisés, diciendo: Conságrame todo primogénito. Cualquiera que abre matriz entre los hijos de Israel, así de los hombres como de los animales, mío es.” Éxodo 13:1–2.
Dentro del contexto del pasaje de Éxodo, Israel había sido rescatado de la servidumbre en Egipto, y en este tenor, es que Dios pide la consagración de todo primogénito, esto debe traer a la mente dos cosas, primero, que los primeros frutos, en este caso los primogénitos representan la totalidad, así que no solo los primeros hijos son de Jehová, sino la totalidad del pueblo, segundo, que el rescate conlleva responsabilidad, estos “primogénitos” son propiedad de Jehová, por lo tanto son responsables delante de su dueño.
Según la Ley en Deuteronomio 21:15-17 el primogénito recibiría una doble porción de lo que le correspondiere a los hermanos, esta doble porción era entendida como responsabilidad, la responsabilidad de cuidar de los padres y de actuar como cabeza de la familia en caso de faltar el padre. Este estatus de “primogenitura” era un estatus sacerdotal y de responsabilidad dentro de la familia y la sociedad.
No podemos desligar el aspecto ético del concepto de primogenitura, por ejemplo, en Egipto, los primogénitos fueron apartados como un símbolo del juicio de Dios sobre la totalidad de la nación, en el caso de Éxodo 13:1-2, los primogénitos hebreos son apartados por gracia para ser sacerdotes del Dios Altísimo, su función es religiosa y es en relación a la ética del Reino de Dios. De tal modo que no podemos entender la primogenitura desde una perspectiva ontológica solamente, sino desde una perspectiva dinámica o ética.
“Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito” Éxodo 4:22–23.
De tal modo que tenemos a los primogénitos éticos, quienes son llamados no por seguir con una línea genealógica ni alguna otra virtud, sino llamados por gracia para cumplir una tarea de servicio, un sacerdocio ante su Dios.
En el caso de Jacob, las bendiciones de la primogenitura que recibió no fueron en el sentido humanista, sino que Jacob amaba el Pacto, y su hermano lo aborrecía. Desde la perspectiva moderna, Esaú debió recibir las bendiciones, sin embargo, Esaú despreció la responsabilidad de fungir como sacerdote de su hogar y de Dios.
Otro aspecto interesante, es que la “primogenitura” esta ligada al concepto de autoridad, y esto no niega de ninguna manera la responsabilidad.
Como sabemos, el primogénito no solo recibe bienes materiales, sino la responsabilidad de ejercer la autoridad responsablemente. Esta autoridad al ser delegada debe ser ejercida dentro de los términos de quien la delegó. Otro aspecto importante sobre la autoridad es que es inseparable del servicio.
Un caso interesante de esto es el de José, dentro de una jerarquía marcada por la edad, José sería uno de los últimos candidatos a considerar para ejercer la autoridad dentro de su familia, sin embargo, la historia nos dice lo opuesto:
«Esta es la historia de la familia de Jacob: José, siendo de edad de diecisiete años, apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre; e informaba José a su padre la mala fama de ellos. Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque lo había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de diversos colores. Y viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que a todos sus hermanos, le aborrecían, y no podían hablarle pacíficamente.» Génesis 37:2–4
La historia nos dice que Jacob amaba más a José porque lo había tenido en su vejez, que quiere decir que era un hijo sabio, es más la frase podría entenderse como “cabeza vieja sobre hombros de joven”
En el relato se nos dice que había una distinción ética entre José y sus hermanos a quienes se les califica de tener “mala fama” la cual era reportada por parte de José, ¡porque este era su trabajo!, José era el supervisor laboral de sus hermanos, aunque era más pequeño que ellos, había sido puesto como su autoridad. La túnica hecha por su padre mas que un mero regalo era un distintivo de autoridad.
“¿No han hallado botín, y lo están repartiendo?
A cada uno una doncella, o dos;
Las vestiduras de colores para Sísara,
Las vestiduras bordadas de colores;
La ropa de color bordada de ambos lados, para los jefes de los que tomaron el botín.” Jueces 5:30
La autoridad de José como “primogénito ético” no solo sería puesta en práctica dentro de los negocios familiares sino en un ámbito mas amplio, como el segundo en Egipto, la ética de José y la autoridad ejercida en forma de servicio le llevaron a ser útil dentro del plan de salvación para su pueblo.
Otra característica importante de estos “primogénitos éticos” es que su autoridad en forma de servicio esta siempre orientada hacia su tarea dentro del Reino de Dios.
Ahora, el énfasis en el principio de la primogenitura es uno dinámico, porque se entiende en términos éticos y de servicio, mas que ontológicos o por decreto, aunque en la actualidad no ha quedado abolido este principio dentro del hogar, si es importante notar su enfoque y aplicación mas amplio, en la Iglesia.
R.J. Rushdoony comentó con respecto a la aplicación del principio de la primogenitura en el contexto de la Iglesia como cuerpo:
“Esto, lo sabemos, era una prefiguración del carácter sacerdotal de la iglesia cristiana como cuerpo. Por lo tanto, era importante mantener la idea de que el sacerdocio era un sacerdocio representativo, y la regla en cuanto a los primogénitos lo enfatizaba.” 1
Así que este principio en su aspecto mas amplio nos habla de un sacerdocio representativo, Israel como el primogénito de Jehová, y la Iglesia como el cuerpo de Cristo llevando a cabo este sacerdocio responsable, ejerciendo autoridad a través del servicio.
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que su anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;” 1 Pedro 2:9
Entonces vemos el mismo patrón que leemos en Éxodo 4:22, un pueblo redimido, apartado y consagrado para el servicio a su Dios.
Así que el mismo principio de servicio es aplicable en este nuevo pueblo de primogénitos éticos, quienes han sido apartados para el servicio bajo los mismos términos y bajo las mismas leyes; el llamado al dominio significa ejercer autoridad a través del servicio, donde el creyente en primera instancia es hijo fiel y responsable ante su Padre celestial sirviendo primeramente en su círculo de influencia.
En cambio, los primogénitos de Faraón tienen una estrategia distinta, es la dominación por medio de la fuerza, la rebelión y el caos.
” Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; “
Mateo 20:25–27.
Así que la Iglesia como este pueblo de primogénitos, tiene el deber y la obligación de ejercer su sacerdocio representativo ante toda tribu y nación sirviendo, sometiendo todas las cosas al señorío de Cristo y proclamando la corona de su Rey. Una Iglesia que se niega a ejercer su autoridad y sacerdocio como primogénito ético, está menospreciando su manto de colores y la responsabilidad de las bendiciones del pacto por un plato de lentejas. De tal modo que cada vez que vemos una avanzada del humanismo, sería bueno recordar que somos la congregación de los primogénitos éticos y que tenemos trabajo por hacer.
“sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,” Hebreos 12:22
1R.J.Rushdoony. Exodus «Unity of Law and Grace»