VISIÓN AMÉRICA LATINA

Construyendo los cimientos intelectuales para la futura civilización cristiana.

La educación cristiana está a la ofensiva.


La educación en casa sin duda ha incrementado en los últimos años, a raíz de la pandemia
muchas familias han optado por este método de educación. El National Home Education
Research Institute (NERI) 1 apunta que solo en Estados Unidos hay mas de 3.5 millones de
estudiantes que hacen homeschool, esta cifra va en aumento no solo en Estados Unidos sino
en muchas partes del mundo, incluido México.


En un artículo pasado llamado “El aspecto descuidado de los homescholers” 2 mencioné que las
motivaciones de los padres que educan de esta manera, si tienen motivaciones genuinas y
válidas, en realidad no son prioritarias, el NERI menciona estas mismas motivaciones, sin
embargo, la conclusión a la que uno podría llegar sería a la de que el homeschool y no solo
este, sino en un sentido más amplio, la educación no regulada por el gobierno es una mejor
herramienta, o una alternativa más viable. La trampa aquí, sobre todo para los círculos
cristianos, es que la educación cristiana (que por ende debiera entenderse como no ligada al
gobierno), no es una alternativa mas viable, sino que es un mandato de parte de Dios.
Como cristianos no buscamos alternativas, sino que, en cierto sentido, los padres cristianos
somos exclusivistas cuando a educación se trata (o por lo menos debiéramos serlo), la
educación cristiana no es una opción o alternativa, sino es nuestro deber.


Una característica importante de la educación cristiana es que siempre está a la ofensiva, tiene
una meta clara y los métodos y las formas no pretenden fijar una alternativa, sino el modelo a
seguir. El currículo cristiano podemos entenderlo como la estrategia para llegar a la meta, que
es el Reino de Dios en la tierra. La famosa frase de “la educación cristiana es meter a los hijos
en una burbuja” presupone la idea de que la educación cristiana no está a la ofensiva, sino
peor aún, presupone que este tipo de educación es inútil.


La porción en proverbios 22:6 que dice “Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo
no se apartará de él” nos debería dejar claro que la instrucción cristiana de ninguna manera es
inútil, sino lo opuesto, el niño es capacitado no solo para resistir los ataques del humanismo,
sino que está capacitado para ser “sal y luz” en un mundo que necesita de su Salvador, los
hijos educados en la Ley del Señor son agentes de cambio en un mundo enajenado de su
Creador.


En cuanto al segundo mandamiento donde se nos prohíbe adorar imágenes, el principio de
esta ley es la prohibición de cualquier tipo de adoración a Dios a nuestra manera o a nuestras
formas. En relación con la educación podemos ser transgresores de este mandamiento al
querer instruir a los hijos de Dios según nuestros propios criterios o según nuestras formas.
Pero el mandamiento no queda ahí, nuestra motivación positiva en cuanto a esto es el fomentar

la adoración/obediencia verdadera, es promover la educación con los fundamentos correctos,
no como una alternativa a la educación humanista sino como la única manera de hacerlo. Esta
ley como el resto de los 10 mandamientos se sitúa dentro de un marco de sanciones, no es un
mero mandamiento privado o místico, sino que concluye en bendiciones o maldiciones por
obedecer o desobedecer (leer Levítico 26:1-46).


La educación no es neutral, y es triste notar que la comunidad cristiana desconoce este hecho,
pero el Estado no. Basta notar que o es a la manera de él o quedas fuera, cualquier aspecto de
la vida queda ligado a su “manera”. Justamente relacionando el segundo mandamiento con
esta idea, es interesante notar que la educación del Estado tiene su propio segundo
mandamiento, que es “no crearás formas, modelos o currículos educativos que no estén
prescritos por mi” He aquí la naturaleza ofensiva y no neutral de la educación.
El concepto de tolerancia es un concepto que invita a la anarquía, no hay tal cosa como
tolerancia en este rubro, el hacer esto es suicido, ya que entendemos que cualquier religión
presupone un orden-ley, la invitación a la tolerancia es aceptar distintas leyes, lo cual
desembocará eventualmente en la destrucción del orden.


Justamente la función de la sal (Mateo 5:13) es precisamente la de preservar el orden, y no se
puede preservar el orden sin estar a la ofensiva, siendo permisivos, la consecuencia de no
llevar a cabo nuestra función como sal de la tierra es ser inservibles y pisoteados, y no lo digo
yo, lea el pasaje.


Cuando hablo de estar a la ofensiva no hablo de imponer a la fuerza un modelo de educación
sino de aplicar sin temor la Palabra-Ley de Dios teniendo fe de que a su tiempo llegará el fruto.
La promesa en Deuteronomio 4:5-8 de que las naciones voltearán a ver cuan justa y buena es
la Ley de Jehová será porque el pueblo la puso por obra, las naciones, si es que somos fieles a
Dios, reconocerán que la instrucción en el Señor es la única manera de vivir con justicia y
verdad, solo entonces es que la educación cristiana dejará de contemplarse como una opción o
alternativa sino como la única viable.

1 https://www.nheri.org/research-facts-on-homeschooling/
2 https://visionamericalatina.com/el-aspecto-descuidado-de-los-homeschoolers/

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