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Homeschool en pijamas: Más allá de la comodidad.

Tal vez uno de los aspectos que más podrían llamar la atención de los hijos al presentarse la oportunidad de hacer homeschool es la libertad de hacerlo en pijamas. Es más, incluso para los padres podría ser un gran alivio el deshacerse del estrés de tener que preparar la ropa o el uniforme que los hijos utilizarán el siguiente día, esto sin tomar en cuenta el ahorro tanto de tiempo y de dinero.

Haciendo un breve análisis sobre el tipo de vestimenta que usaban los niños años atrás al asistir a las escuelas, podríamos decir que era impensable que un niño estudiara sin un tipo de uniforme o ropa formal. Al parecer existía una distinción marcada entre el niño estudiante y el que no lo era, y esta distinción la marcaba la ropa.

Ahora bien, en diferentes encuestas a padres “homeschoolers” la opinión se encuentra dividida entre si estudiar en pijamas o no; y en cada una de estas encuestas podríamos estar o no de acuerdo con los motivos o argumentos para tomar una u otra posición sobre este tema. Algunos de los argumentos a favor dicen que “Los niños no son adultos, la comodidad hace que se enfoquen en aprender, el homeschool es acerca de la libertad”1, pero por otro lado están aquellos que no consideran el estudiar en pijamas algo beneficioso, consideran que estudiar debidamente vestidos “es una habilidad para la vida, afecta la calidad del trabajo, muestra respeto a quienes están alrededor tuyo”.2 

Ambas posturas pueden tener validez en sus puntos, o incluso uno podría llegar a pensar que puedo tomar algo de aquí y algo de allá, y no debemos olvidar que en ambos lados de la moneda se encuentran familias dedicadas y entregadas a la educación de sus hijos, si no, no estarían educando en casa. El educar en casa presupone que hay un problema con la educación “normal” o estatal, y que hay una manera correcta de transmitir nuestros valores a los hijos.

Ahora, el punto de este artículo no es mostrar los beneficios de ambas posturas, sino el de animar a ejercitar una evaluación bíblica sobre este tema, que para algunos podría parecer trivial o sin importancia, pero analizándolo desde una perspectiva bíblica, es muy importante.

Lo primero que debemos hacer es establecer el fundamento de que la educación ya sea en casa o en una escuela, tiene como propósito transmitir una cultura a la siguiente generación, una cultura es la expresión de la fe de una sociedad o comunidad, de tal manera que la educación tiene que ver con la transmisión de valores, costumbres y moralidad. Aquí es donde las prioridades son acomodadas en la visión del niño, y estas prioridades de acuerdo con aquel que “enseñó”.

Entonces, teniendo en mente que la educación es transmitir la cultura a la siguiente generación, cada aspecto de la vida y del día a día por más mínimo e insignificante que nos parezca, tiene repercusiones gigantescas en la mente del niño, cosas como ayudar a poner la mesa, ayudar a preparar la cena, ponen en el mapa de la mente del niño que el servicio es necesario y bueno, el hábito de mantener su cuarto limpio y de hacer su cama antes de empezar sus actividades pone en el mapa que la limpieza es necesaria antes de continuar con otra actividad y no solo eso, sino que es bueno; así podríamos seguir y seguir. Ahora, volviendo a nuestro tema, las pijamas, la pregunta obligada es ¿es bueno o malo usarlas para estudiar? 

La Ley de Dios nos debe dar luz para encontrar la respuesta; específicamente el segundo y tercer mandamiento muestran un principio importante que debe ser enseñado al niño, para esto es crucial el recordar que cada área, aspecto y situación de la vida son herramientas didácticas. 

“No te harás imagen ni ninguna semejanza” y “No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano” parten del hecho de que no podemos rendir culto a Dios a nuestro modo (segundo mandamiento) y de que nuestra lengua está regulada por Dios y Su Ley, de tal modo que lo que hablemos debe estar sujeto a las normas que Dios establece (tercer mandamiento) El principio aquí es que el hombre no es soberano ni autónomo, estos mandamientos regulan el comportamiento del hombre diciéndole que es una criatura subordinada y con del deber de vivir en conformidad a Dios. 

“Bueno, ¿pero que tiene que ver esto con las pijamas?” te preguntarás, ¡pues todo! Mi postura es la de que el estudiante debe vestir adecuadamente y con esto me refiero a que debe dejar la pijama de lado para comenzar su día “laboral”. El trabajo es parte del motivo por el cual fuimos redimidos, no fuimos redimidos para obtener un viaje al cielo solamente, sino que el pago de Jesucristo por nuestros pecados fue para restaurar nuestra imagen y podamos asi “trabajar” para Dios y Su Reino, así que el trabajo es parte fundamental de la vida del hombre, y el niño debe entender esto. 

El vestirse adecuadamente para trabajar (aunque algunos objeten) instruye al niño de que no vive para sí mismo, que la meta última no es su satisfacción ni su comodidad, sino el entender que incluso en estos temas tan “triviales” el niño no se pertenece a sí mismo, sino a Cristo, y los padres le instruyen a través de la vestimenta. El estar vestidos adecuadamente les permite estar listos para cualquier situación que se pueda presentar; el mensaje de trabajar en pijamas es el de “tu comodidad es lo más importante” pero yendo más profundo, la comodidad o la libertad son los valores o las presuposiciones que residen en los padres primeramente, y que de alguna manera están siendo transmitidas a los niños.

La vestimenta tiene un aspecto religioso que no debemos pasar por alto, de hecho, la vestimenta manifiesta en lo que creemos. La vestimenta en la antigüedad y en algunos casos en nuestros días, representan un oficio, los uniformes tienen el propósito de mostrar el oficio de alguien, por ejemplo, no podríamos distinguir a un policía sin su uniforme, o a un sacerdote. En el Antiguo testamento sabemos que la vestimenta representaba un cargo u oficio, por ejemplo, José, hijo de Jacob. La túnica que su padre le regaló nos dice el pasaje en Génesis 37 era una túnica de muchos colores, esta túnica al tener estas características representaba el cargo y la autoridad de José sobre sus hermanos, las túnicas de colores eran características de personas con cierta autoridad. Ahora, esta túnica no tenía el propósito de ser cómoda o “bonita” sino expresar un cargo y responsabilidad, según la historia, dicha túnica más que comodidad y cierto sentido de libertad, le trajo a José problemas y situaciones adversas, esa túnica representaba que no se pertenecía a sí mismo, sino que pertenecía a Dios y al llamado que se le había dado.

Este es el principio importante aquí, el enseñar a los hijos que no se pertenecen, sino que son propiedad de Dios, las pijamas moralmente no son malas, sino que están hechas para el descanso no para el trabajo, la satisfacción y la comodidad del niño y los padres no es central en la educación, sino el formar en el niño una visión real o sea bíblica del mundo en el que viven.

1 https://www.bookshark.com/blog/pajamas/

2   https://belindaletchford.com/2023/07/dont-homeschool-pyjamas-why/

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