VISIÓN AMÉRICA LATINA

Construyendo los cimientos intelectuales para la futura civilización cristiana.

El Voto y la Religión de Poder Humanista: La búsqueda y praxis pagana de legitimar un falso dios.

Esta ocasión fueron dos pensamientos expresados por conocidos, los que contribuyeron a escribir sobre el tema: 1. Las personas que ven en el voto su oportunidad de cambiar las cosas eligiendo “a la opción menos mala” y 2. Los que buscan ser “ministros” del Estado por que hace falta individuos que luchen por los “valores tradicionales”.  Un viejo engaño disfrazado de “salvación por voto”. Definitivo, es un tema amplio que requiere profundidad. El cual espero en próximos escritos ir detallando.

Para comenzar, es necesario establecer el fundamento, el cual es Jesucristo “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Corintios 3:11) y su palabra-ley revelada como el estándar mediante el que la voluntad de Jehová se expresa y gobierna: “Jehová es Rey eternamente y para siempre; de su tierra han perecido las naciones” (Salmo 10:16).

La palabra-ley eterna de Dios es la norma eterna de donde parte nuestra cosmovisión cristiana y forma de entender la realidad. Nuestra fe abarca todos los aspectos de la vida, esto incluye algunas premisas:

  1. Dios es soberano (creador y dueño absoluto). “Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra” (Josué 2:11b)
  2. Jesús es Rey de reyes y Señor de Señores. “Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES”(Apocalipsis 19:16)
  3. Dios es el legislador, nos ha dado su Palabra-Ley. “Te has sentado en el trono juzgando con justicia” (Salmos 9:4b).
  4. Dios es un ser superior y libertador. “Reprendiste a las naciones, destruiste al malo” (Salmo 9:5a).
  5. Dios establece un pacto con el hombre “Israel ha pecado, y aún han quebrantado mi pacto que yo les mande” (Josué 7:11).
  6. Hay bendiciones o maldiciones según el Juicio de la Palabra-Ley de Dios (Deuteronomio 28 y Levítico 26)
  7. Jesús se sienta a la diestra de Dios padre, gobernando y sujetando a todos “Quien está a la diestra de Dios, habiendo subido al cielo después de que le habían sido sometidos ángeles, autoridades y potestades” (1 Pedro 3:22)
  8. Jesús ha triunfado en la Cruz, ha sido glorificado y está sometiendo a todos sus enemigos progresivamente. “Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies” (1 corintios 15:25).
  9. Jesús es el verdadero Rey, no el César. “y todos éstos (los apóstoles) contravienen los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús” hechos 17:7

En México se activó el rito humanista de las campañas políticas. Un amplio despliegue de las hordas humanistas para sugestionar, convencer, normalizar y sobretodo propagar una “fe salvadora” en la falsa religión de poder humanista (Estado civil) y sus falsos ministros (figuras políticas). Sumamente riguroso como todo rito religioso, se disfrazan de candidatos “salvadores” para mediante su “evangelio” humanista (propuestas) ofrecer un fin escatológico o promesa venidera (un futuro ideal, sin problemas). El medio es el “arrepentimiento” de creer en otros “ministros” o “dioses” y regresar a las opciones del sistema político imperante como única forma de “salvación”. Todo ello presupone una infabilidad del “dios” estatal, quien se considera “justo” y “representante” de la voluntad popular, por lo tanto legisla sus propias leyes, nombra a sus representantes y crea sus sistemas electorales, los cuales deben ser aceptados como verdades incuestionables.

El problema radica en que el humanismo ha controlado por más de cien años la política, lo cual trae confusión en los cristianos en cuanto a la legitimidad política, pues han abrazado un dios diferente: al ser Humano. Por lo tanto la legitimidad de la política humanista es muy diferente de la política cristiana. Tristemente, la praxis pagana de la “salvación por voto” es adoptada sin cuestionamientos como un deber “ciudadano”, como “deber civil” y como “valor democrático”. Todo ello conlleva una serie de presuposiciones que conforman la cosmovisión de la religión del poder humanista. El problema es muy profundo, comenzando con el quebrantamiento del primer mandamiento (Éxodo 20:3 No tendrás Dioses ajenos delante de mí). Es imperativo darse cuenta que el humanismo es una religión de poder basada en la coerción y disfrazada de la “voz del Pueblo es voz de dios” que afecta e influye en las mentes y corazones de los individuos.

El sistema electoral es sistema profundamente religioso, donde tienen presuposiciones contrapuestas al Pueblo de Dios. Recordemos que en el pacto sinaítico hubo una liberación previa de la esclavitud en Egipto. El humanismo-estatismo ofrece el engaño de “liberar” al hombre de su responsabilidad ante la palabra-ley de Dios construyéndole un sistema que expulsa y rechaza fundacionalmente la palabra de Dios en su sistema político, centrando la voluntad y razón del hombre sin sujetarse en obediencia a su palabra-ley revelada.  Por lo tanto, busca remplazar a Dios por otro “dios”: El hombre. Recordemos que el humanismo es la filosofía y cosmovisión que presupone que el hombre es el centro de todo, no el Dios bíblico, por lo que la voluntad humana y la razón humana sin Dios, se vuelve el centro de adoración. Por lo tanto es necesario reconocer y poner el hacha a la raíz: México es sumamente religioso, su religión es el humanismo-estatista. Su religión se enseña en sus centros de adoctrinamiento público y privados, donde se regula desde su coerción estatal en los planes de estudios y la educación “acreditada” el fomentar una cosmovisión sin Dios y su palabra-ley. Alude al mito de la neutralidad (es imposible ser neutral, pues Jesús dice: “el que no es conmigo, contra mí es” Mateo 12:30) pero la realidad es que ha rechazado a la piedra angular. Por lo que desde el origen o el fundamento de su cosmovisión estatista-humanista, produce un sistema electoral que está en oposición con la verdad bíblica. 

Los diez mandamientos en éxodo 20 son transmitidos por el dedo de Dios mismo (éxodo 31:18). Dios es el único legislador (elaborar las leyes) como Rey soberano y su palabra-ley es la revelación a nuestras vidas. La religión humanista-estatista no reconoce a Dios, lo suprime con maldad (Romanos 1:18) y engaña al suplantar la acción de “legislar” a nombre de una “elite representativa” de la “voluntad popular”. Dicha élite son vistos como seres con “capacidades divinas o distintas (como es la capacidad de legislar)” al resto de la población y cuyos derechos y funciones no pueden ser cuestionados o desobedecidos sino que deben de ser acatados para el mantenimiento del sistema religioso distinto al orden bíblico.  Esto presupone que el individuo debe acatar lo que la elite diga que es ley, sin considerar la palabra-ley eterna de Dios. Es rebeldía expresada, es idolatría al falso dios estado.

Esto no es algo actual, al consentir tener otro “dios”, el pueblo es arrastrado a muerte espiritual como juicio divino a la desobediencia al primer mandamiento. Eva fue la primera que decidió obedecer la sugerencia de ser su propio dios y desobedecer en rebeldía la orden divina de comer del fruto prohibido. El detalle es confuso para la mayor parte del pueblo por que los sacerdotes del estatismo visten trajes o ropa casual, pero mantienen sus ceremonias religiosas partidistas y su orden invertido para no sujetarse a la palabra-ley eterna de Dios “…que detienen con injusticia la verdad” (Romanos 1:18). En éxodo 24 vemos que hubo ceremonia religiosa en el establecimiento del pacto sinaítico, y hubo juramento de lealtad, siendo renovado una y otra vez. Recordando las bendiciones y las maldiciones por el pacto y consientes que su ruptura traería juicio justo sobre ellos.

Ahora, regresando a la primera idea errónea: “1. Las personas ven en el voto su oportunidad de cambiar las cosas eligiendo “a la opción menos mala”. Automáticamente se cae en formar parte del sistema humanista estatista, pues con la participación del creyente por lo “menos malo”, “el mal menor” se abre la puerta de una cultura hibrida entre la religión paganista estatal y la verdad bíblica. El primer problema es que queda registrado tu participación activa impulsada por que “no gane la peor opción” no solo en el sistema electoral estatal, sino en la corte celestial. No hubo resistencia al sistema electoral con fundamento religioso humanista-estatista, sino que a pesar de sus amplias ceremonias de campaña, sus constantes mentiras, se legitima por más tiempo un sistema fundacionalmente incorrecto que contribuirá a legitimar y justificar su permanencia con el “voto” emitido por el candidato “menos malo” (aunque a los ojos de Dios todos sus aspirantes políticos o sacerdotes humanistas están reprobados). El segundo problema radica en la presuposición que la bifurcación bueno/malo es adecuada.  Cuidado con adoptar un pensamiento ajeno a la biblia sobre lo que puede ser una opción buena y mala, Isaías 5:20,21 nos recuerda: ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! ¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!. Quien define lo que es bueno y malo es Dios en su Palabra-ley revelada, no el sistema religioso humanista-estatista con su falso dios estatal. Tercer, no caigamos en el error de creer que es menos malo algo, cuando la palabra-ley desnuda que detrás de esas valoraciones menos malas, el pueblo de Dios se traga todo el anzuelo para continuar bajo el dominio religioso y pagano del estatismo humanista que se legitima con la participación del Pueblo Cristiano que “Perece por falta de conocimiento” (Oseas 4:6) de la palabra-Ley de Dios. Cuarto, La palabra de Dios dice: “No seas sabio en tu propia opinión, teme a Jehová y apártate del mal” (Proverbios 3:7) el mal es romper los mandamientos de Dios, tener otro cuerpo de leyes distintos a la palabra-ley de Dios es reconocer implícitamente a otro dios falso, el cual nos llevará lejos del Dios único y verdadero y el final será muerte espiritual a nuestras vidas y familias, no seas parte de esta estructura o sistema legal pensando que eres sabio en tu propia opinión. Quinto, el sistema electoral de la religión humanista estatista te hace creer que conseguirás cosas “buenas” con la opción menos mala, cuando realmente los buenos no quieren controlar a los demás en un sistema sin Dios bíblico como es el sistema estatista-humanista, por lo que ambas opciones están reprobadas ante Dios desde su origen “TEKEL: pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto” esa balanza celestial funciona todo el tiempo y no tiene la opción “menos malo” conforme la opción del sufragio electoral humanista, todo el sistema pagano estatista-humanista ha sido pesado con el único estándar eterno: la palabra-ley eterna de Dios y ha sido hallado falto. Sexto, el que el pueblo este tan confundido, que llegue a considerar las opciones “menos malas” para emitir su voto, indica que el juicio de Dios está en acción conforme a las maldiciones de su pacto en Deuteronomio 28 y levítico 26. El tener este sistema encima y su estatismo es reflejo del juicio divino al dar gobernantes malvados (incluso las opciones menos malas) ante un pueblo rebelde a su palabra-ley e idolatra de falsos dioses. Séptimo, el pueblo de Dios debiese preguntarse, ¿por qué siguen proliferando en sus ceremonias públicas de exaltar otras leyes y otros dioses? Una respuesta viene en el sincretismo imperante en las personas, similar al baalismo en los tiempos de los jueces, específicamente Gedeón y su familia. Su propio padre tenía altares a otros dioses “no tan malos” como Baal y Asera (paganismo). Por lo que la restauración de Dios vino por la valentía del más pequeño e insignificante de las tribus, Gedeón quien restauró el pacto con el Ángel de Jehová y destruyo esa alianza malvada con otros dioses, logrando la restauración del Pacto y la libertad del yugo de los madianitas y amalecitas.

La segunda errónea es: 2. Votar por los que buscan ser “ministros” del Estado por que hace falta individuos que luchen por los “valores tradicionales”. Primero, No es posible bautizar o limpiar un sistema estatista-humanista que está podrido hasta el centro, está en rebeldía por que buscan mantener un sistema que deja fuera a Dios y su palabra ley. Segundo, esto es debido a que el hombre es malvado desde su nacimiento y el pecado lo mantiene lejos de Dios, buscando sistemas que no le recuerden este hecho, pero busca “incluir” los “valores tradicionales” para disfrazar lo anti bíblico de sus fundamentos. Tercero, es bueno recordar que ningún “Sacerdote” estatista incluso con “valores tradicionales” establecido por sistemas humanistas ha dejado el poder por vías democráticas, pues la libertad bíblica no es un producto de las urnas o de los “valores tradicionales”. Cuarto, no son los valores, es la regeneración o nuevo nacimiento por medio de Jesucristo lo que cambia una sociedad, buscar valores sin Jesús es perpetuar un sistema anti bíblico. Quinto, Reconocer que un candidato tiene valores y votar por él es pensar ingenuamente mientras se legitima el sistema paganista estatista. Es votar por un César con “valores tradicionales” es formar parte de esa multitud que rechazaba a Dios y abrazaba el sincretismo “Respondieron los principales sacerdotes: No tenemos más rey que César. (Juan 19:15)”

Todo lo anterior, no evita que la voluntad soberana de Dios se cumpla. Con respecto a la frase de Jesús: “Mi reino no es de este mundo” (Juan18:36)  Gary North (1987:3) comenta que este pasaje ha sido intencionalmente malinterpretado “… Jesús estaba explicando a Poncio Pilato como Él podría ser rey, y al mismo tiempo estar bajo el enjuiciamiento de Pilato. ¿Cómo podía ser rey? ¿Dónde estaban sus defensores? ¿Dónde estaban sus tropas? Su punto era claro: la fuente de su autoridad real no es terrenal. Su reino no es proveniente de este mundo. La fuente de su autoridad como rey proviene de un lugar mucho más superior a este mundo. Su Reino es trascendente. Sin embargo, tiene manifestaciones terrenales.

Dios dirige la historia, permite que las cosas pasen para sus propósitos, de acuerdo a su voluntad, el pre-ordena todo lo que sucede, incluida su propia muerte y resurrección. Tu voto no cambia sus planes, tu obediencia a su palabra-ley demuestra tu fidelidad al pacto. Por el voto de las mayorías fue liberado el asesino barrabas y condenado Jesús. No seamos engañados en legitimar a barrabas, Dios Gobierna y su palabra ley es eterna. Te invito mejor a frente a los gobernantes ilegítimos con pies de barro que ignoran al Dios todopoderoso, les repitamos la frase dicha contra Roboam: “¿Qué parte tenemos nosotros con David? No tenemos heredad en el hijo de Isaí. ¡Israel, a tus tiendas! ¡Provee ahora en tu casa, David!” (1 de reyes 12:16)

Referencias

North, Gary (1987). Heredarán a tierra. ICE:USA.

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