Desde hace un año ya se vislumbraba el escenario de un nuevo paraíso libre de cubrebocas donde sin ningún tipo de restricción todos estaríamos reunidos nuevamente sin temor, el camino a este nuevo paraíso se pavimentó por medio del miedo mismo. El medio por el cual se haría realidad este paraíso sería “la vacunación”, y cada vez que se habla de esto es casi inevitable pensar en su aspecto pactual, recordemos que no existe neutralidad en ningún área de la vida y por supuesto este no será la excepción.
Como van las cosas el tema de la vacuna va tomando cada vez un matiz más religioso, de hecho, es interesante notar su aspecto sacramental y para ser más específicos… bautismal. Para el cristiano a grandes rasgos la señal del bautismo lo hace partícipe de las bendiciones por pertenecer a la familia del pacto, así como de las responsabilidades también. Por su parte el Estado como dios sobre la tierra reclama para si el derecho de declarar quienes son aquellos que gozan de sus bendiciones y quienes están excluidos de ellas por medio de este “nuevo bautismo” dos ciudadanías por así decirlo.
Países como Francia, Italia, Canadá y uno que otro estado con ínfulas primermundistas están optando por hacer esta distinción entre vacunados y no vacunados, y aunque la vacunación es opcional según ellos, tarde o temprano este será el medio de control, no habrá educación, no habrá recreación, no habrá trabajo, si no aceptamos la señal de este “nuevo pacto”
En palabras de Rushdoony “la teología estatista ya no necesita a Cristo” porque el Estado es el cristo del hombre, todo problema se resolverá por medio de la acción estatal. Las consecuencias de negar la soberanía y autoridad de Cristo sobre toda área de la vida incluida la salud, es reducir la vida a la verdad del Estado donde lo que dicta es su verdad relativa la cual no puede ser desafiada.
Hay demasiada controversia con respecto a si debemos vacunarnos o no, incluso algunos pastores con títulos médicos han salido a favor de la vacuna, sin embargo, creo incluso estos expertos pueden caer en el error de evaluar este asunto de salud desde la perspectiva médica solamente sin evaluarlo desde la perspectiva histórica.
Si no reconocemos como los gobiernos a lo largo de la historia han ejercido control por medio del miedo incluso usando medios “legítimos” como lo podría parecer una vacuna, nuestras libertades se verán comprometidas una y otra vez.
Según Corey Robin “el miedo político tiene su historia y, en un grado sorprendente, es una historia de ideas” refiriéndose que las ideas del miedo se han manifestado en momentos históricos específicos, o sea cada momento histórico ha tenido un miedo particular que ha moldeado la cultura y la sociedad. Y es interesante porque en este momento el mundo se encuentra bajo un miedo específico que ha moldeado la cultura y la sociedad hacia nuevas prácticas en aras de la salud.
Estos “miedos específicos” a lo largo de la historia hacen que la gente este dispuesta a sacrificar su libertad por el bien máximo que es la seguridad.
Por ejemplo, es interesante mencionar que durante los ataques terroristas en París en el 2015 el periódico español EL MUNDO en un artículo señaló que las personas estaban dispuestas a ceder su intimidad a cambio de seguridad. Se les preguntó si estarían dispuestos a que el gobierno realizara una vigilancia total de todas las actividades de los ciudadanos a lo que respondieron con gran ímpetu que preferían seguridad que intimidad.
No debemos pasar por alto la inevitabilidad de adherirnos a algún pacto, de hecho, la advertencia de Dios a Israel de no hacer pacto con naciones paganas implicaba el no estar de acuerdo con ellas o el no adherirse a su sistema de ley o a su “verdad” como fuente de interpretación de la realidad.
El tema del bautismo reconoce pertenencia a un sistema de ley ya que conlleva bendiciones como responsabilidades éticas, incluso presupone comunión con otros adheridos.
El evaluar esta circunstancia solo desde el ojo médico y no desde el histórico también nos nublará el juicio y seremos presa fácil del miedo.
La historia nos dice que los gobiernos centralizados han sacado ventaja y control sobre los pueblos usando la herramienta del miedo; ejemplos tenemos varios en la Biblia, como el de el rey Nabucodonosor en Daniel capítulo 3, cuando hace reunir a la élite de su tiempo para hacer “oficial” su nueva ley donde todo aquel que no se postrase ante su imagen sería echado a un horno de fuego. En el tiempo de Jesús cuando era cuestionado por los fariseos se podía notar el temor dentro de sus cuestionamientos dando a entender que cualquier repuesta contraria a los decretos del emperador traerían consecuencias negativas. Las practicas crueles de los Asirios con sus prisioneros, los Aztecas son prueba de como el miedo puede hacer que los gobiernos centralizados se hagan de los súbditos más leales.
¿Cuál piensas es la herramienta mas poderosa y efectiva de los cárteles de la droga? El miedo. Es increíble ver un país bajo el control de estos grupos, el miedo nubla el juicio moral, y podemos cometer verdaderas atrocidades bajo la influencia del miedo.
El miedo como concepto es inevitable para el hombre, o el hombre teme a Dios o teme al hombre.
Hablaba de la “comunión” o el estar de acuerdo entre los adherentes y esto es precisamente un detalle interesante que se vive entre aquellos vacunados, donde se adjudican cierta superioridad moral la cual piensan les da la libertad de ejercer presión sobre los no vacunados. Muchos célebres de las redes sociales usan sus plataformas para ejercer presión, infundir miedo y aplaudir medidas totalitarias o fomentar este tipo de medidas lo que se me hace muy peligroso, por ejemplo, el aplaudir medidas como el porte obligatorio de cartillas de vacunación para ingresar a los restaurantes, algo que Francia e Italia han comenzado a hacer. De hecho, manifestaciones se han desatado en Francia en protesta por la vacunación obligatoria y los dichosos “pases de salud” medidas sin duda tiránicas que no tardarán en replicarse claro, en nombre de la salud y del amor al prójimo.
Aquí es donde como cristianos no nos podemos quedar simplemente con los datos médicos sin evaluar también como el Estado históricamente se ha comportado o ha utilizado el miedo para su beneficio.
Es importante notar que la antítesis de todo gobierno centralizado y tirano es el Reino de Dios y Cristo como Rey, mientras el gobierno humanista ejerce control por medio del miedo, el pueblo de Dios se caracteriza por ser un pueblo sin miedo. Un pueblo sin miedo es el terror del Estado.
Volviendo al sacramento del bautismo, aunque en esencia es un sacramento incluyente en el sentido ortodoxo no debemos negar su carácter excluyente también. Y es por esto precisamente que hago la comparación con el “bautizo de la vacuna” porque si bien incluye… también excluye, niega las bendiciones y advierte un juicio por no pertenecer. Por esto mencioné que al sacar a Dios del mapa nos quedamos con la “verdad relativa” del Estado, verdad que no puede ser desafiada y por la cual se debe interpretar la realidad, por ejemplo, sin vacuna no hay vida ni futuro.
Como pueblo del pacto debemos tener la seguridad de que estas medidas si bien son un juicio de Dios al final no prevalecerán, tal vez tengamos que sufrir un poco, pero debemos reconocer también que la salvación está cerca.
Cada cristiano desde su trinchera (ya que cada trinchera tiene sus complejidades y situaciones muy particulares) debe evaluar de una manera integral, estratégica y consistente con su fe que debe hacer, no tomando su vida como el fin máximo, sino el Reino de Dios y su avance.
Referencias:
The Foundations of Social Order, R.J Rushdoony
El miedo: historia de una idea política, Corey Robin