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El Refugio del Cristiano.

Los tiempos difíciles son grandes medidores de fe, justamente en este tipo de situaciones es donde dejamos al descubierto donde está puesta nuestra esperanza y confianza. Aunque no nos guste la idea, dejamos también al descubierto nuestros ídolos. ¿A quién acudes cuando necesitas ayuda? ¿En quién esta puesta tu esperanza cuando estás en una situación difícil?

«Si tan solo tuviera esto o aquello, mis problemas se resolverían» muchas veces así pensamos, pero esto es poner nuestra esperanza en algo más que no es Dios mismo. En el Salmo 124 verso 8 el salmista declara que su esperanza está en el nombre de Jehová porque Él hizo los cielos y la tierra. La esperanza de su ayuda está en el Dios trascendente e inmanente, el Dios que está más allá de nuestra comprensión, el Todopoderoso, quien claramente se distingue de Su creación, pero que a la vez actúa personalmente en ella.

Muchas veces le otorgamos estos atributos a las cosas creadas (Rom. 1:21-23) como el dinero, la aceptación, el trabajo, incluso a cosas un poco menos obvias y sutiles como la libertad, la seguridad, los gobernantes, pero esto no es más que querer las bendiciones del Dios de la Biblia sin el Dios de la Biblia. En el contexto del pasaje, el salmista expresa su gratitud por haber sido librado de las asechanzas de los hombres; y tal vez una idea equivocada hubiera sido confiar en el poder de un ejército para ser librado, pero, al contrario, su socorro está en el nombre de Jehová, y más que refugiarse en un mero talismán, es importante entender la profundidad teológica de esta declaración.

Los nombres a lo largo de la historia han tenido el propósito de definir, y por ende están sujetos al tiempo y el espacio, sin embargo, Dios no puede ser definido porque Él es trascendente:

«Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros» Éxodo 3:13–14.

No hay tal cosa como una definición de Dios sin embargo en este pasaje, Él mismo se da a conocer como absoluto, eterno y auto existente; el reconocer que nuestro socorro está en el nombre de Jehová es reconocer que Dios trasciende lo creado y por lo tanto declara que Él es el gobernante absoluto del tiempo y la historia de acuerdo con su propósito. Por lo tanto, Dios es soberano sobre cualquier situación, así que podemos tener toda la confianza que estas están ahí para nuestro bien (Rom. 8:28)

Entonces, ¿por qué caer en lo absurdo de poner nuestra esperanza de salvación en lo creado que perece y cambia?, mejor refugiarnos en el Dios trino que trasciende el tiempo y que es dueño de la historia.

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