Concepto de la educación cristiana.
La educación es pieza fundamental dentro de cualquier sociedad y pretende educar a las personas en los valores de una cultura, sin embargo, es preciso reconocer las presuposiciones básicas de esta.
La palabra educación proviene de la palabra en latín educere que quiere decir “guiar”, “conducir”, lo que nos lleva a hacernos las siguientes preguntas ¿quién va a guiar? y ¿hacia dónde?
Para poder contestar estas preguntas debemos entender que la educación está ligada al concepto de soberanía, es decir, en quien reside la autoridad última que decide que se debe enseñar. Esto es importante porque al fin del día la educación guiará al estudiante a la meta establecida por aquel soberano.
Este precisamente es el punto de partida, ¿Quién es soberano, Dios o el hombre?
Como cristianos entendemos que Dios es la fuente de toda autoridad y el soberano de toda la creación (Salmo 24:1) por lo tanto, Él tiene dominio sobre toda área, incluyendo la educación.
La neutralidad ideológica es un mito, no existe un punto medio con relación a la educación ni a ninguna otra área de la vida, nuestra fidelidad debe ser solo a Cristo. La educación es central dentro de la sociedad cristiana, porque instruye en valores, en ética y moralidad, ninguna sociedad puede subsistir por mucho si no tiene estos elementos cimentados en la Palabra-Ley de Dios.
Dentro del orden bíblico, Dios como el soberano ha delegado a la familia la instrucción de los hijos:
“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas”. Deuteronomio 6:4–9.
El pasaje nos enseña que la educación es delegada a los padres directamente, pero también que la característica de la educación no es solo “académica” sino “cosmovisional”. Esto significa que la educación no esta limitada a las aulas o a cierto horario durante la semana, sino que abarca la totalidad de la vida. Cada aspecto, situación y recurso está puesto frente a nosotros para ser herramientas didácticas. La educación no es solo acumulación de conocimiento, sino es sabiduría que debe ser aplicable.
La educación humanista, aunque podría pensarse que instruye en las mismas asignaturas, el fundamento es radicalmente distinto porque pretende instruir partiendo de la idea de que el mundo puede ser entendido e interpretado a parte de Dios, es por eso por lo que no existe un terreno común entre la educación cristiana y la humanista.
La educación cristiana capacita al estudiante a pensar los pensamientos de Dios después de Él, le transmite la cultura de Dios dando las herramientas para interpretar correctamente la realidad de acuerdo con la Palabra de Dios, equipa al estudiante para una vida de servicio con lo necesario para que pueda cumplir exitosamente su llamado bajo Dios.