Deuteronomio 28 es muy claro cuando apunta al hecho de que si obedecemos a Dios somos bendecidos y cuando le desobedecemos hay maldición sobre nosotros, Rushdoony llama a este segundo estado “el país guerrillero” 1
El hombre de alguna manera manifiesta su necesidad de justicia, de dominio y de libertad, porque así fue creado, las manifestaciones de un corazón o una mente no regenerada buscará satisfacer estas necesidades de manera inapropiada. Muchas veces “bautizando” medios humanistas, buscando aplicar modelos paganos al área de la política, economía, etcétera. Podemos tener las mejores intenciones en mente, sin embargo, el no apegarnos a la ley de Dios para buscar la justicia, la paz y la libertad, nos dejará en este “país guerrillero”
“La Reconstrucción Cristiana sostiene la gran promesa de construir una sociedad sobre la roca y no sobre la arena movediza del humanismo estatista. Pero toda esa construcción debe ser bajo Sus condiciones, porque Él ha dejado claro que unos medios malvados hacen que el fin sea malvado. Para Dios, el fin nunca justifica los medios. Es un Dios para el cual la justicia de procedimiento no es negociable” 2
La R.A.E define al revolucionario como “alborotador” y estamos acostumbrados a relacionar a los revolucionarios con aquellos marginados que se sublevan a un orden, y referentes tenemos a personajes como el Che Guevara, Emiliano Zapata por mencionar algunos, sin embargo, desde una perspectiva bíblica del Reino de Dios, todo aquel que se subleva o “alborota” el orden divino es digno de llamarlo “revolucionario”
El revolucionario es conocido por esa incesante búsqueda de la libertad, y aunque su metodología es orientada hacia el caos para de ahí contemplar un nuevo nacimiento, nunca dejará de ser esclavo ni jamás encontrará la libertad si no reconoce de donde proviene esta libertad y sobre todo si ni siquiera sabe que lo esclaviza.
Jesús dijo:
“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. 35Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” Juan 8:34-37
Para el humanista la libertad puede ser conseguida de distintas maneras, porque para él el problema yace en el exterior y no en su interior, hay que levantarse en contra del orden establecido para encontrar la libertad anhelada, el último lugar donde buscan reformar es en sus propias vidas.
Las cadenas políticas, económicas y culturales por mencionar algunas nunca serán abolidas si no reconocemos que el problema yace dentro del hombre, es preciso entender que para el revolucionario existen diferentes tipos de salvación, porque encuentra muchos problemas fuera de él excepto el de su interior. Jesús dijo que el hombre es esclavo del pecado y que la única manera de quitarse de encima estas cadenas es a través de Jesucristo, solo a través de Él es que encontramos la verdadera libertad.
Jesús no está apuntando a que el problema esta en los sistemas o en los modelos humanistas (que si son un problema) sino que apunta a que el verdadero problema está dentro del hombre, ahí está la verdadera raíz del problema porque está esclavizado al pecado. El pecado es lo que lo lleva a diseñar modelos de libertad que son ajenos a Dios, así como a querer bautizar otros modelos que igualmente son ajenos a Él.
Greg Bahnsen con respecto a esto dijo:
«Dado que la caída del hombre fue de carácter ético (no metafísico) los no regenerados y los regenerados comparten los hechos del mundo y las reglas del pensamiento, pero su interpretación y uso de ellos están lejos de ser neutrales.» 3
La pregunta 13 del Catecismo Menor de Westminster:
P.13 ¿Permanecieron nuestros primeros padres en el estado en que fueron creados?
Respuesta: Nuestros primeros padres, dejados a su libre albedrío, cayeron del estado en que fueron creados, pecando contra Dios.
Entendemos que nuestros primeros padres tenían la libertad de escoger hacer lo bueno o lo malo, cuando Bahnsen menciona que la caída fue de carácter ético, esta diciendo que tiene que ver con la perdida de la libertad de poder decidir ya sea hacer lo bueno a lo malo, Jesús mismo dijo que somos esclavos del pecado, la libertad que perdimos fue precisamente esta, la de poder decidir entre lo bueno y lo malo, y sin ser liberados por Jesucristo seguimos atados al pecado, así que cualquier forma o modelo que diseñemos para alcanzar la libertad será como dar vueltas en círculos, porque si el Hijo no nos liberare, no seremos verdaderamente libres; da igual que modelo escojamos para alcanzar la libertad mientras nuestros corazones sigan atados al pecado seguiremos siendo revolucionarios esclavos.
“Y andaré en libertad, Porque busqué tus mandamientos.” Salmos 119:45.
La libertad esta atada a la obediencia a la Ley de Dios, como leemos en Deuteronomio 28, las bendiciones provienen de la obediencia a la ley de Dios, esto nos pone en el camino correcto no como guerrilleros y revolucionarios quienes se sublevan al orden de Dios.
Si el problema no está en el exterior como lo entienden los humanistas, sino dentro del hombre, entonces el cambio debe empezar desde adentro, y esto es frustrante para el humanista y para el cristiano escapista porque requiere responsabilidad de autogobernarse y de juzgarse a si mismo, también es frustrante porque el cambio es lento, y no nos gusta el progreso ni los cambios lentos.
El cristiano debe estar confiado en que nuestro Dios va delante de nosotros poniendo a sus enemigos bajo sus pies, pero no podemos esperar un cambio en la esfera civil si el cambio no comienza por el individuo.
“La recuperación del autogobierno cristiano, precede a la exitosa recuperación de la libertad civil.” 4
El primer peldaño de la reconstrucción cristiana es la regeneración, de ahí el autogobierno del hombre, si no se empieza por ahí, en vano tratamos de reconstruir.
“Regeneración, no revolución” debe entenderse desde el aspecto dinámico más no pietista, es fácil confundirse y pensar que esto significa un escape de la responsabilidad, que todo lo dejamos a fuerzas místicas que actuarán por nosotros, el escape de la responsabilidad es el aliado perfecto para los enemigos de Dios, porque así ellos pueden tomar las riendas de la cultura.
La regeneración que es lograda por la obra expiatoria de Cristo en la cruz, nos da esta nueva humanidad que debe entenderse como una nueva creación moral.
El Reino de Dios esta avanzando en la historia, y en este Reino no sirven revolucionarios esclavos sino hombres libres que ejercen el autogobierno porque saben que es la base para cualquier cambio en la esfera civil, así como el principio de la justicia y paz para la sociedad.
1 R.J. Rushdoony,Guerrilla Country (A Word In Season V.II)
2 Martin Selbrede, Respondiendo preguntas difíciles sobre la Reconstrucción Cristiana
3 Greg Bahnsen, Presuppositional Apologetics: Stated and Defended
4 Martin Selbrede, Respondiendo preguntas difíciles sobre la Reconstrucción Cristiana
