¿El cristianismo y el socialismo son dos sistemas religiosos rivales que están en conflicto porque ambos sostienen perspectivas opuestas sobre la soberanía, la ley, la sociedad y la propiedad. En ambos sistemas no hay punto de acuerdo, las bases de ambos sistemas están en continuo conflicto, la propiedad privada por ejemplo es uno de estos conflictos, desde la obra de creación Dios establece que todo le pertenece a Él y el hombre como vicegobernante está a cargo de la propiedad de Dios al cual rinde cuentas, y este concepto sucesivamente se extiende en la sociedad, en el socialismo el dueño no es Dios sino el Estado, quien es el administrador de todo.
El gran problema del socialismo son las presuposiciones en las cuales se sostiene, la redistribución de la riqueza y la victimización del hombre son bocados suaves de tragar incluso para muchos cristianos que siguen sin reconocer que esto descansa sobre bases religiosas hostiles a Dios. La naturaleza del hombre vista desde el punto de vista del socialista presupone la evolución, donde Dios es quitado de en medio como el agente que trae orden, y en su lugar es puesto el Estado por quien el orden es establecido a través del caos y la revolución. Los problemas entre clases, razas, sexos, tienen su raíz en esta fe humanista, que tiene como propósito el quitar a Dios de en medio.
Incluso el hecho de que muchos piensen que el socialismo es buena idea, o que es la solución es un a aspecto natural del hombre caído en busca de expiación. Es interesante notar como los pueblos pueden estar dispuestos a entregar su libertad en cambio de una supuesta salvación. El hombre de cualquier manera buscara expiar su pecado, no debemos olvidar que somos criaturas de Dios y que esta brecha que existe entre Dios y el hombre pecador necesita ser resanada. El pecado en el hombre le urgirá a buscar esta expiación en cualquier cosa menos en el único que puede remediar esto.
Las implicaciones de un estado socialista que se fundamenta en la teoría de la evolución pretenden la destrucción total de la familia, la cual es pieza fundamental del orden social divino, la familia inevitablemente evolucionará a un Estado totalitario, quien se encargará de suplir cada una de las necesidades del individuo a costa de su libertad. Y como mencioné el hombre estará dispuesto a esto con tal de encontrar salvación.
La salvación no debe considerarse desde la perspectiva dualista donde solamente es aplicable al “espíritu”, sino que la salvación de Cristo es total y aplicable a toda la vida, curiosamente el hombre sin Dios busca una salvación así fuera de Dios. El caso de que muchos se hayan sometido tan fácilmente a las medidas muchas veces tiránicas de los gobiernos en aras de cuidar la salud es un ejemplo claro de esto, países entraron en crisis económica por el bien de la salud, ahora todos estarán dispuestos a ser controlados por medio de un certificado de vacunación, pero por nuestro bien.
Estos son los pilares que sostienen a este tipo de sistemas totalitarios, el control desmedido de todo aspecto de la vida, y el hombre cada vez más y más demandará del Estado que asuma un rol salvífico.
Hace poco leí un articulo donde se mencionaba el termino “capitalismo equitativo” y sin duda es una carnada para atraer incautos al socialismo, en si no puede existir un “capitalismo equitativo” es un oxímoron, pero como mencioné al inicio son bocados suaves que se tragan fácilmente sin saber que el destino al que llevan es a la esclavitud.
Aunque esto no es nuevo debemos estar atentos cuando los gobiernos comienzan a fomentar y a apoyar la envidia y la división entre los hombres, porque entonces la sociedad ya va caminando apresuradamente al caos.
Rushdoony comenta:
“Las doctrinas humanistas de la justicia también enfatizan el igualitarismo, de una variedad utópica. Una vez más, al optar por descuidar el hecho de que el cristianismo ha fomentado más el amor fraternal que cualquier otra fe, el sentido maligno de irrealidad en algunas doctrinas actuales de la justicia se puede ver en la identificación de la justicia con la negación de las diferencias sexuales, con la aceptación de la homosexualidad, y especialmente con un cultivo de envidia. De hecho, gran parte de la legislación actual se basa en la envidia, no en la justicia.
…Como resultado, los estados socialistas se convierten en estados de poder y están marcados por luchas de poder.”
La fe cristiana en contraste descansa en la salvación de Cristo, y reconoce que el cambio proviene de la regeneración y no por la revolución o el caos.
El no descansar en esto, en ver la salvación de manera “espiritual”, el no tener esperanza en el futuro hará que el socialismo como orden social rival al cristianismo gane por default.
Para el cristiano es imperativo y más en estos tiempos la aplicación de la Ley de Dios a la vida en general, a los negocios, a la salud, a la educación, economía, al arte, el tener una teoría social bíblica sin duda serán los cimientos para el desarrollo de una sociedad cristiana.
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