Por Misael Rodríguez Fuentes
Cuando hablamos del Reino de Dios, casi siempre vamos al Nuevo Testamento para tratar de entenderlo. Algo que vemos en las enseñanzas de Jesús es que el evangelio y el reino, van de la mano, por eso es llamado el evangelio del reino, ya que proclama las buenas nuevas de Cristo como Rey sobre toda la tierra y el fin de la anarquía. Claro está que parte de las buenas nuevas es nuestra salvación en Cristo, pero mucho del énfasis es en Cristo como Rey. Los sabios del Oriente preguntaron por el Rey de los judíos, en Lucas 1:31-33 es anunciado a María que Jesús reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin. En Lucas 2 es anunciado a los pastores el Salvador que es Cristo, EL SEÑOR.
Pero ¿hay algo sobre el reino de Dios en el Antiguo Testamento? Claro que sí. Hay muchísimas partes donde habla del reino de Dios y que el Nuevo Testamento da luz sobre esto. El Capítulo 4 de Miqueas habla sobre el reino de Dios.
Miqueas 4:1-2 Acontecerá en los postreros tiempos que el monte de la casa de Jehová será establecido por cabecera de montes, y más alto que los collados, y correrán a él los pueblos. Vendrán muchas naciones, y dirán: Venid, y subamos al monte de Jehová, y a la casa del Dios de Jacob; y nos enseñará en sus caminos, y andaremos por sus veredas; porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra de Jehová.
Los postreros tiempos a los que hace alusión Miqueas, son a los mismos postreros tiempos que hace alusión el profeta Joel y que el Apóstol Pedro dice que se están cumpliendo en Pentecostés en Hechos 2. El escritor a los Hebreos en capítulo 12, verso 22 dice que nos hemos acercado al monte de Sion a la ciudad del Dios vivo, a Jerusalén la celestial, a la cual según Miqueas, los pueblos correrán, muchas naciones vendrán para aprender sus caminos, y andar en ellos. Esto es la enseñanza de Su Palabra-Ley, la cual proclama Su Iglesia.
Lo Miqueas está profetizando está teniendo su cumplimiento desde la venida y ascensión de Cristo, el cual ha recibido toda la potestad en el cielo y en la tierra. Jesús habló sobre su reino, una de las parábolas que muestra un cumplimiento progresivo del reino la encontramos en Lucas 13:18-19, “Y dijo: ¿A qué es semejante el reino de Dios, y con qué lo compararé? Es semejante al grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su huerto; y creció, y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas”.
Es algo que está creciendo, Miqueas 4:3 está teniendo cumplimiento, “Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra”. Cristo está juzgando, la mano de Dios está sobre aquellos que no atienden a su Palabra-Ley, los que no andan en sus caminos.
¡El reino de Dios es ahora!