VISIÓN AMÉRICA LATINA

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De Piñatas y Reyes Parte V Roboán – Hijo Consentido

El Rey Roboán, hijo consentido 1 Reyes 12, 2 Crónicas 10-12
Por: Roger Oliver

Hay personas que nunca maduran. En nuestros tiempos sufrimos del padecimiento de la adolescencia perpetua. Los hombres no maduran, siguen viviendo con sus papás años después de que antes era normal ya haber formado una familia y estar trabajando para sostenerse. Se culpan la sociedad y la economía por esto pero mucho es la flojera y un deseo de perpetuar la adolescencia. El muchacho que muere con más juguetes gana.

La idea de la adolescencia, el tiempo en que el niño tiene que sembrar sus semillas salvajes y encontrarse, no es un concepto bíblico. El tema principal de la Biblia es la madurez. La Salvación es un tema sumamente importante pero no es el tema principal. Dios está preparando una novia para su hijo y esto requiere la madurez. La ceremonia de Bar Mitzva señala al chamaco que ya no es niño, es adulto en adiestramiento. Los cambios hacia la madurez no son pretexto en la Biblia para la desobediencia y deshonor a los papás. Estos son ideas paganas de la Ilustración y el humanismo secular.

roboamRoboán era uno de estos hombres que era perpetuamente adolescente. No recibió nada de la sabiduría de su padre. Con 700 esposas no puedo imaginar que Salomón invirtió mucho tiempo en su formación y preparación para reinar. ¿Roboán era uno de cuantos cientos de hijos? Parece que tampoco leyó el libro de los Proverbios.

Si su papá no le hizo caso, ¿quién le capacitó? La mano que mece la cuna gobierna el mundo. Tiene que ser su mamá. ¿Quién era? Naama, una Amonita según 1 Reyes 14:21. ¿Es probable que esta mujer amonita crio a su hijo en la disciplina y admonición del Señor? Es más creíble que Naama era una de las muchas esposas extranjeras de Salomón que desviaron su corazón para adorar a dioses ajenos y el dios de los amonitas era uno de mucha importancia.

“Porque cuando Salomón ya era viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por completo al SEÑOR su Dios…Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los Sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los Amonitas… Entonces Salomón edificó un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está frente a Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los Amonitas.”         1 Reyes 11:4-7

Moloc es otro nombre  para Milcom y es el dios del estatismo que demanda el sacrificio de los hijos en el fuego. Moloc es una palabra derivada de la palabra melech o rey. Salomón construyó un templo a este dios en lo que llegó a ser conocido como el Monte de Olivos. Entonces, Salomón adoraba a Milcom/Moloc el dios abominable de los amonitas, construyó un templo en su honor y todo esto para placer a su esposa amonita. ¿No hay una conexión con la madre de Roboán?

Cuando Roboán subió al trono el punto de contención con las tribus del norte era los impuestos tiránicos y el trabajo forzado de su padre Salomón. Probablemente eran un resultado de las doctrinas relacionadas con la adoración de este dios, Milcom/Moloc, dios del gobierno centralizado. No son de acuerdo con los límites que Dios pone en el gobierno civil ni las instrucciones para los reyes según su Ley (Deuteronomio 17:14-20).

Roboán y sus jóvenes consejeros aprendieron en las grades universidades de este paganismo. Supuestamente el ídolo era un hombre gordo de metal. El área de su panza era un horno. Con las llamas enfurecidas colgaron al niño sobre los brazos del ídolo rojos con el fuego al punto de fundirse. La inmoralidad sexual era parte de la adoración a estos dioses. El estado fundado sobre la doctrina de este dios, Moloc, proveyó la manera de deshacerse de la incomodidad de los embarazos inconvenientes. ¿El aborto moderno es más civilizado? En algunos videos del ultrasonido del aborto el niño trata desesperadamente de escapar de las tijeras del médico lo corta en pedazos. El aborto no cambia el hecho de que la mamá es mamá. Es una mamá con un niño muerto por la mano de su propia madre. Es un pecado especialmente horrible.

La religión de Moloco es la misma religión que adora al gobierno mesiánico que tenemos hoy en día disfrazado atrás del engaño de la santa democracia. Cualquier tipo de gobierno que no tiene la Ley de Dios como su base, como el fundamento de su filosofía de la estructura de la sociedad, siempre se convierte en un gobierno tiránico. La forma del gobierno no es una garantía de la justicia, paz, seguridad y prosperidad.

Las consecuencias de exceder los límites que Dios pone al gobierno civil según su Ley son inseguridad, escasez, desempleo, violencia, corrupción, injusticia y eventualmente colapso de la sociedad. El pago del pegado siempre es la muerte tanto para sociedades como para individuos. Son consecuencias tan seguras como las de ignorar la ley de la gravedad.

Estas ideas son muy atractivas a las generaciones que las aceptan, especialmente en tiempos de crisis, porque prometen soluciones al instante sin considerar las consecuencias al largo plazo y sin considerar lo que Dios ha dicho. Las consecuencias son graduales como la levadura pero tan seguros como un toque de la electricidad.

En nuestros tiempos evaluamos a nuestros diputados por el número de leyes y programas que aprueban y luego nos quejamos de las cargas pesadas que ponen sobre la espalda de los demás, pero ellos mismos no están dispuestos a mover ni un dedo para levantarlas (Mateo 23:4). ¡Ay de ustedes, diputados maestros de la ley, hipócritas y corruptos! (Mateo 23:15) ¿Pero no somos nosotros que seguimos votando por la misma salvación por ley? ¡Ay de nosotros, hipócritas!

Hay un mundo de diferencia entre los resultados esperados y los resultados reales de un programa del gobierno. La intención de los subsidios a la producción agrícola es ayudar a los productores pobres y al consumidor supongo. El resultado real es que 85% de estos fondos van a 15% de los productores más grandes de México.[1]

Es la política de la envidia que nos enseña evaluar a nuestros políticos por sus intenciones en vez de las consecuencias y la ética de la Ley de Dios. Nuestros políticos saben apelar a nuestra naturaleza pecaminosa y disfrazarlo en ropa santa. Muy maquiavélico.

Seguramente la generación de Salomón aceptó las tiranías del gobierno gradualmente. Después de todo, Salomón era un rey sabio y su reino prosperó a todos. Las consecuencias de su abandono del pacto con Dios cayeron sobre la siguiente generación. Ellos tenían que pagar la cuenta. ¡Qué herencia tan bonita para nuestros hijos!

Roboán es ejemplar del apetito voraz de los gobiernos para robar recursos del pueblo y abusar su poder. Al subir al trono las diez tribus del norte le rogó aliviar el trabajo duro y el yugo pesado que su padre, Salomón, había puesto sobre ellos. Al inicio, el nuevo rey pidió consejo de los consejeros viejos de su padre. Dijeron, “Si Su Majestad trata con bondad a este pueblo, y condesciende con ellos y les responde con amabilidad, ellos le servirán para siempre.” (2 Crónicas 10:7)

Pero Roboán actuó según su carácter y formación criado según la instrucción en la adoración de Moloc. Rechazó el consejo de los ancianos y consultó, “con los jóvenes que se habían criado con él y que estaban a su servicio” (2 Crónicas 10:8). En la Biblia, uno es joven hasta cumplir los 40 años. Roboán tenía 42 cuando subió al trono. Sus amigos eran de la misma tela y su consejo garantizó la tragedia de la división del pueblo. Dijeron, “respóndales de este modo:”

“Mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre. Si él les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Y si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!” (2 Crónicas 10:10, 11)

La respuesta de las tribus del norte era predecible. Rebelaron contra el trono, se separaron para formarse en una nación independiente.

Es fascinante el papel que juegan los impuestos en esta historia. Se repite en todos tiempos. El rey Jorge III de Inglaterra insistía en cargar las colonias de Norteamérica con impuestos sobre impuestos. Edmund Burke era un diputado inglés durante estos tiempos. Como los ancianos que dieron sabio consejo a Roboán, Burke profetizó que los colonos iban a rebelar si el rey no aliviaba el yugo pesado de los impuestos.

Los colonos también estaban muy molestos con la política de los representantes del rey de entrar en sus casas buscando evidencias de actividad criminal sin un permiso de un tribunal. ¿Qué buscaban? Contrabando, productos de venta sobre que no habían pagado el impuesto del rey. El dicho mercado negro y el contrabandear solo existen donde un gobierno impone el yugo de impuestos tan severo que la gente no puede sobrevivir sin buscar maneras invisibles para comprar y vender sus necesidades básicas de la vida.

La ética según la Secretaria de Educación Pública de México (la SEP) en parte dice, “Ahora bien, lo que, desde la política, suele entenderse por «educación ética» es, en realidad, el «moldeamiento moral» de los ciudadanos y, en el límite, la conminación (amenaza) legal a comportarse «éticamente», por ejemplo, pagando los impuestos, bajo la amenaza de penas legales, con lo cual, dicho sea de paso, las normas éticas se transforman en realidad en normas morales o en normas jurídicas.” Anota el énfasis en el pago de impuestos.

A veces los gobiernos alivian los impuestos un poco, como cancelaron la tenencia de autos en Puebla, pero nadie cuestiona el dogma del poder ilimitado del gobierno para oprimir al pueblo con impuestos. Esperan el momento propicio para subir los impuestos otra vez y siempre con pretextos de ayudar al pueblo.

Samuel avisó al pueblo de Israel que un rey iba a imponer impuestos tiránicos (1 Samuel 8) de 10%. José impuso un impuesto de 20% que también la Biblia llama tiranía. Ahora en México la suma de los impuestos sobre la nómina es 40% del costo total a la empresa, es decir para cada $100 pesos que la empresa tiene que levantar de nómina el empleado sólo lleva a casa $60. El costo real está escondido del empleado por medio de un sistema de cálculos complicados pero el resultado real es un nivel de impuestos cuatro veces más alto de lo que la Biblia llama tiranía. ¿El pueblo recibe los servicios prometidos por haber pagado estos impuestos? Más bien gran parte va a las bolsas de los políticos y sus compañeros de la élite.

Y nos preguntamos porque no hay empleo, porque la economía está en el suelo. La respuesta oficial del gobierno y lo que cree el pueblo según lo que aprenden en las escuelas de la SEP es que el capitalismo monopolístico internacional es la causa. El capitalismo monopolístico no es posible sin la ayuda del gobierno para controlar la competición. La política de la envidia rehúsa tomar responsabilidad por uno mismo. ¿No tenemos nuestros propios monopolios? ¿Qué te Pemex y Telmex?

No estamos diciendo que el gobierno civil no necesita fondos para financiar sus funcionamientos sino que los impuestos en las naciones modernas son excesivos por dos razones: 1. Esperamos la salvación por ley humanan, más de lo que Dios ha delegado al gobierno civil, cosas que sólo Dios puede proveer, y 2. No consideramos válido los límites sobre los impuestos que Dios aprueba en la Biblia para las funciones aprobadas para el gobierno civil.

Dios ha delegado al gobierno civil la administración de la justicia según la Ley de Dios (Romanos 13:1-7) hasta la administración de la pena de muerte. No es la única institución con esta responsabilidad, la familia y la iglesia también tienen funciones de juicio adentro de los límites de su jurisdicción. El gobierno que Dios diseñó para el ser humano empieza con el autodominio de las personas que juzgan sus propias vidas según la Ley de Dios. Hoy en día no confiamos que esto es posible y demandamos más y más controles externos mientras la iglesia ha abandonado la enseñanza de la Ley de Dios.

En la Biblia las funciones del gobierno civil son la defensa externa y la justicia interna limitado a los delitos designados en la Ley de Dios como crímenes civiles. Estos delitos incluyen p.ej. el homicidio, el robo, y la imposición de los contracto entre los ciudadanos. El poder de la pena de muerte está delegado solamente al gobierno civil. En enfoque de la Ley de Dios siempre está en los derechos de la víctima, no en el poder del estado.

Estas funciones eran financiadas por un impuesto relacionado con el censo. Se encuentra el primer censo en Éxodo 30:11-16, Números 1:2, 49; 4:2, 22; 14:29; 26:2-4. El impuesto del censo era a. obligatorio, b. cada varón 20 años de edad en arriba, c. anual, y d. una cantidad fija y baja, no un porcentaje. En Éxodo 6:11-16 el concepto de la expiación = kofer (כֹּפֶר) pudiera ser un pago para rescate o la protección. Era un impuesto para el servicio del gobierno civil para la protección contra los malos.

Algunos pueden cuestionar si fuera posible tales límites en nuestro querido México. Se dicen que hay gente tan pobre que no pueden pagar aún un impuesto bajo. Ya están pagando un impuesto regresivo e injusto, el IVA. ¿Por qué son pobres? ¿No puede ser los impuestos tiránicos que ya tenemos? ¿Cómo cambiaría esta situación si determinamos obedecer la ley de Dios al nivel de nuestro gobierno civil?

Roboán – personaje trágico en una obra trágica.[2]

No importa las veces que he leído esta historia siempre grito, “¡No lo hagas! ¡Escucha a los ancianos!” En la Grecia antigua, la tragedia tenía como objeto un efecto purificador en el espectador.[3] En la Biblia tiene como objeto enseñarnos los dos caminos de vida y muerte.

El resultado de la necedad de Roboán fue un desastre. Las tribus del norte se separaron de Judá siguiendo a un nuevo rey, Jeroboán. Roboán no reconoció que era un caso perdido y mandó a Adonirán, jefe del trabajo forzado, tras ellos. Añadió sal a la herida e Israel lo mataron a piedras (2 Crónicas 10:18). Por poco Roboán escapó con vida.

Al llegar a Jerusalén todavía no le había caído el veinte y movilizó a su ejército para atacar a Israel y traerlos bajo su reino a fuerza. Dios mandó a un profeta para avisarle que todo lo que sucedió fue según su plan para cumplir la palabra que le había comunicado a Jeroboán hijo de Nabat por medio de Ahías el silonita. (2 Crónicas 10:15)

Aquí podemos preguntarnos si todo este desastre era según la voluntad de Dios, ¿por qué culpar a Roboán? La respuesta requiere todo una ponencia aparte, pero en breve, Dios es soberano y somos responsables. Por medio de la rebeldía de Roboán, cayó el juicio de Dios sobre todo el pueblo. Confiamos que Dios juzga con juicio justo. Evaluamos los hechos de la historia por medio del lente de lo que la Biblia nos enseña de Dios y no por nuestros propios criterios.

Esta duda es una versión de la pregunta que nos ponen los inconversos, “Si Dios es bueno y todopoderoso, ¿por qué hay tanto mal en el mundo?” Implica que Dios no es bueno o no es todopoderoso. Él que rehúsa creer en Dios de a causa de la existencia del mal apela a los absolutos de la moral pero sin un fundamento en su cosmovisión. Si les preguntamos, ¿cómo determina que es el bien y el mal? van a ofrecer varias versiones relativistas de la ética/moral ninguno de las cuales son sustentables lógicamente.

El cristiano no evalúa la bondad y poder de Dios de acuerdo con el mal como evidencia para juzgarlo sino empieza con lo que la Biblia dice de Él como sus presuposiciones. Así concluimos que si Dios es absolutamente bueno y todopoderoso Él tiene una razón suficientemente moral para permitir que exista el mal. El opuesto es someter a Dios al juicio del pecador, cosa que jamás sucederá. Dios tenía una razón suficientemente moral para dejar a Roboán actuar según su necedad. ¡Aguas! no culpas a Dios por el mal (Santiago 1:13). Si te cuesta aceptar esto considera lo que dijo Pablo.

“Pero tú me dirás: «Entonces, ¿por qué todavía nos echa la culpa Dios? ¿Quién puede oponerse a su voluntad?» Respondo: ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? «¿Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló: “¿Por qué me hiciste así?”»”
Romanos 9:19-20

Con el juicio de Dios contra Salomón cumplido parece que Roboán había aprendido su lección e iba a seguir la voluntad de Dios. Los levitas del norte que Jeroboán no dejó servir dejaron sus tierras y casas para vivir en Judá y apoyaban a Roboán. Su fidelidad duró tres años.

“Después de que Roboán consolidó su reino y se afirmó en el trono, él y todo Israel abandonaron la ley del Señor y le fueron infieles.” (2 Crónicas 12:1)

Todo Judá participó en el pecado de Roboán. Fue su propio pecado, “con sus pecados provocaron los celos del Señor más que sus antepasados” (2 Reyes 14:22). Abandonaron la adoración del Señor para los dioses de las naciones que Dios había echado de la tierra.

El juicio de Dios a estas infidelidades fue el ataque de Sisac, rey de Egipto. Tomó los tesoros del templo y del palacio real. Roboán tenía que reemplazar los escudos de oro de su padre con escudos de bronce. Cada vez que Roboán salió del palacio para el templo los guaridas portaban los escudos de bronce, un recuerdo constante de la gloria perdida. También perdió algunos de sus ciudades fortificadas.

El profeta Semaías regañó a Roboán y los jefes de Judá, “Así dice el Señor: “Como ustedes me abandonaron, ahora yo también los abandono, para que caigan en manos de Sisac.” 2 Crónicas 12:5. Confesaron su pecado y se humillaron ante Dios. Dios estaba al punto de destruir a Jerusalén (2 Crónicas 12:7). No perdieron toda su libertad pero desde luego la dinastía de David era vasallo de otras naciones. Dijo Dios, “Serán sus siervos para que aprendan la diferencia entre servirme a Mí y servir a los reinos de los países.” (2 Crónicas 12:8).

El resumen del reino de Roboán dice todo, “Hizo lo malo porque no dispuso su corazón para buscar al Señor.” (2 Crónicas 12:14). Observa la estrecha conexión entre la guerra espiritual y las consecuencias en el mundo material: la pérdida del poder político, la depresión económica y la pérdida de la paz.

No pienses que estas historias son para otra época en el plan de Dios. Son para nosotros. “Todo eso sucedió para servirnos de ejemplo, a fin de que no nos apasionemos por lo malo, como lo hicieron ellos.” (1 Corintios 6:10) “Todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza.” (Romanos 15:4)

La Biblia is para toda la vida, incluyendo la economía y el gobierno civil. Si rechazamos la Palabra de Dios como el fundamento para toda la vida otra literatura va a llenar el hueco. Tal como las doctrinas de los dioses ajenas reemplazaron las Escrituras para la generación de Roboán las necedades absurdas de los filósofos modernos han reemplazado las Escrituras en el mundo moderno. Es más, no son necedades inocentes sino profundamente malignas y estas ideas flotan en el aire intelectual sin ser detectadas.

A pesar de la evidencia en contra hay cosas que se creen porque son consistentes con una visión del mundo aceptada por el pueblo y perpetuado por el sistema de educación pública – y esta visión es aceptada como sustito por los hechos y la realidad.[4] “No hay nada tan absurdo,” bromeó el filósofo-diplomático Cicerón, “que no puede ser dicho por un filósofo.”[5]

No hay hecho no interpretado. El pensamiento del ser humano empieza con un juego de presuposiciones acerca de la realidad, el conocimiento y la ética que no son sujetos a la prueba y que son aceptados por fe. Este conjunto de creencias se llama una cosmovisión. Si tu cosmovisión no está 100% formada de la Palabra de Dios será formada por otros libros e ideas.

Las ideas que tomamos por hecho acerca del gobierno laico y la organización de la sociedad son de los filósofos de la ilustración como Maquiavelo, Descartes, Rousseau, Marx y Freud entre otros. Todos estos hombres negaban la depravación total del hombre y el pecado. Creían que era el mundo que necesitaba la salvación y no el ser humano. Son filosofías sumamente antitéticas a la fe cristiana y hostil a Dios.

No hay nada nuevo bajo el sol (Eclesiastés 1:9). Tres siglos antes de Cristo Epicuro enseñaba el materialismo, que la religión era la fuente de todo mal, que el ser humano era nada más que un montón de átomos y producto de la evolución y que el universo está regida por el azar entendido como la ausencia de la causalidad.[6] En un mundo regido por el azar y sin causalidad la ciencia y el avance tecnológico no son posibles. Cuando el hombre ateo hace la ciencia muestra que conoce al Dios de la Biblia a pesar de su insistencia en el materialismo (Romanos 1:18-32).

En el siglo veinte el mundo cosechó de la siembra de estas ideas diabólicas. En el nombre de la salvación del mundo los regímenes comunistas mataron a millones de inocentes. En el nombre de la salvación sexual proclamado por Kinsey la paternidad y maternidad van desapareciendo y miles de niños están sacrificados diariamente al Moloc devorador de los derechos al aborto.[7]

Lo que es preocupante es que estas ideas todavía gobiernan la psique del pueblo mexicano incluyendo a los cristianos evangélicos. Especialmente en las áreas de la organización de la sociedad y el dicho laicismo aceptamos el humanismo bautizado para parecer cristiano. Aún Satanás usó la escritura para tentar a Jesús. Es tiempo para la iglesia de retomar su responsabilidad de enseñar que la Biblia es para toda la vida. Así pensaba la iglesia por siglos.

El que no es conmigo, contra mí es. Lucas 11:23
Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. 1 Corintios 15:25



[1]Thomas Sowell, Basic Economics, a Common Sense Guide to the Economy, 4th edición, New York, Basic Books 2010, p. 62
[2] Tragedia: Obra dramática de asunto serio en que intervienen personajes nobles o ilustres y en la que el protagonista se ve conducido, por una pasión, una falla de carácter o por la fatalidad, a un desenlace funesto. Cayuela, Núria Lucena, ed. Diccionario General de La Lengua Española Vox. Barcelona: VOX, 1997.
[3] Ibid.
[4] Thomas Sowell, Economic Facts and Fallacies, (Economía: Verdades y Mentiras). New York: Basic Books, 2008, versión electrónico Kindle, prefacio
[5] Benjamin Wiker, 10 Books that Screwed up the World and Five More that Didn’t Help, Washington, DC: Regnary Publishing, 2008. p. 1
[6] http://es.wikipedia.org/wiki/Epicuro
[7] Según el Drudge Report (http://www.drudgereport.com/), se han abortado 55 millón de inocentes desde la decisión del corte suprema de los EEUU in 1973 de legalizar el aborto.

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